Si te has lesionado en el trabajo, puede ser posible presentar un reclamo contra tu empleador por beneficios de indemnización a trabajadores. Si te has roto un hueso o sufrido una conmoción cerebral, es bastante fácil ver que tienes que reportarlo a tu empleador. Sin embargo, vemos muchos casos que involucran una lesión que empezó leve y luego se volvió grave. Surgen preguntas sobre qué pasó y si fue reportado. Mi consejo es anotar y reportar TODO.
Lo sé, es más fácil decirlo que hacerlo, ¿verdad? Quizá trabajas en un ambiente macho. Si te quejas a tu supervisor de cada pequeño raspón y cortadura, puede que te preocupas de parecer débil. Puedes pensar que esto podría tener un efecto a largo plazo en tu relación con tu supervisor y tus colegas, y en tu reputación en el trabajo en general. Sin embargo, ser un buen empleado no quiere decir que no deberías hablar honestamente sobre tus lesiones y síntomas.
Si experimentas un pellizco o torcedura y lo puedes aguantar, ¡muy bien! La mayoría de las personas experimenta incontables lesiones leves fáciles de olvidar durante el transcurso de una jornada. Si tienes un trabajo físico, vas a experimentar muchas más lesiones que una persona corriente. La clave es mantener un récord.
Te lo recomiendo mucho que mantengas el contacto con tu supervisor por medio de la escritura. Los mensajes de texto y los correos electrónicos sirven muy bien para este propósito. El punto es escribirlo para que tú – y tu abogado – puedan consultarlo luego. Apuntar eventos es la mejor manera de evitar olvidarse de los detalles y probar la veracidad de lo que dices.
Las reglas de indemnización a trabajadores permiten 180 días a un empleado para reportar una lesión. Puede ser algo tan simple como una nota a tu supervisor de que levantaste algo pesado y lo sentiste en la espalda, pero te agradeces de que no te lastimaste más. Cualquier tipo de nota que fue escrita cerca del momento de la lesión puede salvar tu reclamo de indemnización a trabajadores más tarde si pasa que la lesión sea más grave de lo que pensabas.
Imagínatelo como un camino de migas de pan. Si dejas la primera miga y nunca vuelves a mirar hacia atrás, muy bien. Pero si dejas la primera miga y DEBES mirar hacia atrás, sí puedes. Se trata de protegerte a ti, a tu medio de vida y a quienes dependen de ti. Deja a un lado tu ego: si no puedes trabajar, ¿a quién le importa que fuerte seas?
A Aaron Ferguson Law, nos especializamos en ayudar a la gente con reclamos complicados. Estamos contentos de representar a empleados que quizá no reportaron sus lesiones a sus empleadores a tiempo. Sí que habrá retos, pero nuestros persistentes abogados y personal te ayudarán a seguir el camino de migas de pan hacia un reclamo exitoso. Llama al 651-493-0426 hoy para programar una consulta gratuita con uno de nuestros abogados talentosos.
C. Jeremy Lagasse, Esq.
