Las lesiones cerebrales traumáticas son unas de las lesiones más difíciles de identificar y diagnosticar. También son unas de las más difíciles de probar en la corte. Desafortunadamente, aunque las compañías de seguros hacen todo lo posible para minimizar las consecuencias de ellas, incluso una lesión cerebral traumática de severidad relativamente menor puede tener efectos duraderos y debilitantes.
Es un concepto erróneo común creer que las lesiones cerebrales traumáticas (LCTs, o TBI por sus siglas inglesas) son principalmente un problema que afecta a los atletas, pero no son tan únicas como se puede creer. De hecho, los accidentes de auto son una causa mayor de las LCTs. Estas terribles lesiones pueden ocurrir cuando hay un impacto repentino a la cabeza, tal como golpearse contra el reposacabezas o el volante. Incluso pueden resultar de los movimientos hacia adelante y atrás repentinos y sin impacto, a menudo conocido como “el latigazo cervical”. Por supuesto, las LCTs pueden resultar de muchas otras situaciones, tales como los deportes, las caídas o el trabajo.
Las conmociones cerebrales son una forma de LCT. Las LCTs pueden ser leves, moderadas o severas, pero todo tipo de LCT puede resultar en síntomas sutiles y de plazo largo. Los problemas de plazo largo son difíciles de evaluar y pueden requerir la examinación experta, así que es muy importante consultar con un especialista. Algunos síntomas de las LCTs son: concentración reducida, fatiga, cambios de personalidad, comportamiento impulsivo, pérdida de memoria, cambios en la visión, pérdida del sentido del gusto o del olfato, problemas de equilibrio, mareos, convulsiones, discapacidades psicológicas o sociales y problemas cognitivos. Muchas veces una persona que tiene una LCT puede parecer normal porque estos síntomas no siempre se manifiestan de manera física y visible.
Es importante comunicarse con un abogado para obtener asesoramiento con respecto a cualquier reclamo, pero especialmente si se tiene una LCT que afecta la capacidad de pensar o razonar. No se debe aceptar ninguna oferta de una compañía de seguros sin antes consultar con un abogado. Incluso una LCT leve puede resultar en consecuencias que duran toda la vida y que afectan las relaciones personales y la capacidad de trabajar.
Si sospechas que tú o un ser querido han sufrido de una LCT, llama nuestra oficina a 651-493-0426 para programar una consultación gratuita con uno de nuestros abogados experimentados.
Bradley D. Hauswirth
